Freitag, 14. Oktober 2011

Cara y Cruz:Capitulo 1

El hombre entraba lentamente a la Sala del Juicio,donde la reina Ginebra hacía de juez.Temeroso de su
suerte,caminaba deprimente hacia un final que conocía bien.
-¡El acusado llegó!-Proclamó un paje desde la puerta de la sala.
Todos se quedaron quietos,mejor dicho,todas.Las encargadas de dictar si la decision de la reina era o no
correcta,eran todas mujeres,debido a que en Fesdegar sólo pueden estudiar para trabajar en palacio las
mujeres.Acto seguido,una trompeta sonó anunciando la entrada de la reina.Todos se pusieron en pie.

-Que camine el acusado frente a la reina Ginebra,¡Viva para siempre!.
El hombre,aún más temeroso,caminó hacia delante.No se atrevió a mirar a la reina Ginebra.La reina tenía
el cabello hermosa y elegantemente recojido en un apretado moño,sin tapar sus ojos verde intenso.Su pelo
es dorado como el sol,pero su rostro muestra una mueca de asco digna del mejor carnicero a punto de
destripar una vaca.
-¿De qué se le acusa a este hombre?-Preguntó la reina,con autoridad.
-Este hombre fue econtrado en un vestíbulo femenino.Era un criado de una noble casa,y al parecer
espiaba a las doncellas cambiarse.
-¡Inaudito!-Dijo la reina,y el palacio retumbó con su voz.
El hombre agachó aún más la cabeza,atormentado por las torturas que podría sufrir sólo por entrar un mal
día intentando cazar una rata.Maldito el dia,pensó amargado.

-¿Algo que decir,hombre?-Dijo una mujer desde las gradas,con desprecio.
-Mi reina...yo...no espiaba.Tengo una hermosa esposa y unas hijas aún más hermosas,os lo ruego,dejadme libre y abandonaremos el reino,dejadme vivir en paz,y no volvereis a verme en vuestros dominios.
Alguna mujer del público sufrió lo llamado "pena" pero al ser un hombre,ninguna lo defendió.
 Así eran las cosas en Fesdegar.Ese pobre hombre pasó en prisión cuatro meses,pero escapó hacia quién
sabe dónde.Las mujeres de Fesdegar eran educadas en la creencia de que eran superiores a los hombres.Cosa
que reforzaban enseñando a luchar a las niñas.Es cierto que aunque eran superiores en inteligencia,los

chicos eran mas fuertes físicamente,por eso las enseñaban a defenderse desde muy pequeñas.

-¡La princesa Irene de Fesdegar,que viva para siempre,está entrando!-Informó un paje desde la puerta.
Acto seguida la puerta del comedor real se abrió y entró una muchacha de unos dieciséis años,con el pelo
negro azabache y los ojos intensamente verdes.La princesa Irene era,sin duda,la doncella más bella del
palacio.Todos miraban su pelo suelto al paso,increíblemente sedoso,su rostro parecido quizá al de un
ángel,pacífico,majestuoso,pero decididamente la princesa tenía en el rostro una salvaje mirada,eso era
su belleza,la mirada de la pantera.Por la noche,sus ojos brillaban más que la luna.

-Madre-Dijo arrodillándose ante sus padres-El hombre que condenaste hace cuatro meses escapó de la prisión.
Iré a buscarle al bosque de las fronteras con Zaser,seguro que habrá ido a ese espantoso reino.
-¡No,por encima de mi cadaver mi hija irá a ese peligroso lugar a buscar a un simple hombre!.Iran la
guardia de los prisioneros y ya está.tahis357

-¡Pero madre,yo puedo...!
-Silencio.He dicho.
Acto seguida,la princesa salió por la puerta,y sus ojos relampageaban.Irene era la princesa de Fesdegar,y
que su madre insinuara que no podía detener a un hombre era un gran insulto.Por eso,decidió ir tres
noches despúes a buscar a su prisionero.

-¡Eres mi mejor súbdito!Y mi querido hijo es un genio-Exclamó el rey Zeus,dirigiéndose al hombre que se
arrodillaba frente a él.El hombre sonrió y levantó la vista.
El rey Zeus tenía plateadas canas,ojos marrones muy profundos,pero también faltos de 
sabiduría,igual que
la reina Ginebra.A su lado,la bella Matilde,reina de ojos azules como el interior del océano,y cabelllos castaños
como un roble,y al otro,el príncipe Gared,un joven de dieciocho años,con el pelo castaño claro como su madre,
y unos penetrrantes ojos azules.El príncipe estaba de pie,su figura era varonil,apuesta y valiente.Las
doncellas de todo el reino soñaban con él,pero él nunca se había enamorado.
-Mi rey,viajé al reino de Fesdegar como ordenaisteis,pero os digo que aunque intenté averiguar alguna debilidad trabajando en la casa de una noble,sólo averigué su orgullo.La reina me condenó incluso tras
decirle que tenía familia,esa mujer...
-Descuida,nuestro plan tiene que haber salido bien,esa princesita malcriada,según me has dicho,no
aguantará las ganas de intentar capturarte,pero sé que Ginebra nunca la dejaría,así que irá sola.Entonces
podremos capturarla.
-Padre,supongo que yo seré quién vaya a buscar a esa princesita.
-Tú y unos hombres más,si las mujeres de Fesdegar saben defenderse como un hombre,su princesa debe
ser dura de pelar.No irás solo,Gared.
-Yo...De acuerdo,padre,ahora me voy a mis aposentos.¡Qué el cielo te ilumine!.

El príncipe Gared salió de la Sala Común con el mismo brillo en los ojos que Irene.Pero Gared también
planeaba algo,capturaría a esa niña.Lo haría antes de que su padre mandase a sus guardias.Gared sabía que
ambos reinos querían el territorio del otro,por eso deseaban la guerra,confiados cada uno de que ganaría la
guerra.Pero él debía heredar el reino de su padre,donde las mujeres eran sometidas a una apacible vida de
servidumbre en la casa,cuidando a sus hijos,que serán importantes hombres en el futuro.Pero Gared quería
mucho más,quería los dos reinos,y sometería a esas orgullosas mujeres.Pero primero,su princesa.

Y tres noches despúes,Irene y Gared montaban sobre sus caballos,hacia el bosque de las fronteras.Irene se
había atado el cabello en un moño alto,y su rostro resplandecía más belleza que nunca.Gared se 
armó con
su espada favorita y se colocó sus ropas de caza,y así,al mismo tiempo,cabalgaron hasta las fronteras.

-Que valla tan horrible-Dijo Irene mirando la valla que separaba los reinos.
-Sí,¿estás sola?-Preguntó una voz desde el otro lado de la valla.
-¿¡Quién...!?-Preguntó Irene,conciente de que la voz era masculina.
De las sombras de la noche surgió el príncipe Gared,e Irene se quedó petrificada.Nunca había visto a un
hombre con tal orgullo en el rostro,y esa porte de rey.Gared se detuvo,admirando a la criatura que tenía
delante.Gared miró directamente a los ojos de Irene,y cautivado por ese brillo salvaje de intenso color verde,
fue bajando la guardia.Al final,y sin darse cuenta,estaban uno frente a otro,cada uno al otro lado de la valla.
-Eres la princesa Irene supongo-Dijo Gared,aún cautivado.
-Sí,tu eres el príncipe Gared.Arrodíllate ante mí,hombre-Irene no pensaba tolerar una falta de respeto.
-Vos deberíais arrodillaros ante mí,insignificante...-No pudo terminar la frase,Irene había saltado la valla.
Gared desenvainó su espada,pero Irene esquivaba sus golpes con una gracia felina.Gared,algo avergonzado,sostuvo la espada en posicón de ataque.Irene saltó hacia él,pero Gared paró su golpe y la
derribó,sin embargo,Irene había lanzado lejos su espada.Estaban los dos tumbados en el suelo,Gared sobre
Irene,y sus caras estaban tan cerca que notaban la respiración del otro.
Irene,fascinada,abrió mucho los ojos,y sus brazos,ahora inmobilizados,notaban lo rápido que latía su corazón.
Irene nunca había sentido ese latir de su corazón.
Gared estaba hipnotizado,cuando Irene abrió los ojos,su cara se puso pálida y aflojó la fuerza que hacía sobre los brazos de Irene.Ella aprovechó ese momento,y le dió un cabezazo.Gared cayó junto a ella,pero cuando
corría hacia la valla para saltar,algo la golpeó en la cabeza,y cayó desmayada.
-¡Príncipe Gared!-Gritó un guardia,que venía cabalgando,con una honda en la mano.Gared se puso más
pálido,y corrió a ver si Irene estaba muerta.Ante el asombro de los guardias que vinieron,Gared llevó a la princesa Irene en brazos hasta la habitación de invitados,donde la encerraron.